Los enfoques de la práctica administrativa sufren cambios constantemente; es ley de vida, nada es tan constante como el cambio.
Una de estas tendencias en la práctica administrativa es el "enfoque por objetivos". La administración clásica estaba enfocada en las llamadas actividades-medio, por otro lado en la actualidad, los enfoques actuales se encuentran enfocados en los resultados.
La preocupación del cómo administrar pasa después al por qué y para qué, el trabajo se convierte en un medio para obtener resultados y lograr los objetivos de la organización a través de los objetivos individuales, dando paso al concepto de eficacia.
En nuestra vida personal nos establecemos objetivos que guían nuestras actividades, evaluando al final si el objetivo se logró o no, esta metodología se adopta en las empresas, se establecen objetivos generales, funcionales, departamentales, hasta llegar a los individuales, dirigiendo y controlando las actividades, para cumplirlos, a esto se le conoce como Administración por Objetivos (APO) o Administración de Resultados.
Debido a las necesidades de las empresas, estas utilizan dicha técnica aunque es cierto que, por los grandes beneficios que ofrece a las organizaciones, hay un gran número de éstas que la emplean, algunos de los beneficios de esta técnica, son:
*Una remuneración más justa
*Motivación a los empleados al participar directamente en el establecimiento de sus objetivos
*Evaluación más objetiva del desempeño, etcétera.
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